Riesgo en los Procesos

¿De qué se trata el RIESGO en los Procesos?

El PENSAMIENTO BASADO EN RIESGOS es una actitud que debiéramos tener presente en todo proceso. Simplemente se trata de pensar ¿Cómo afectará esto que hacemos, en los resultados que queremos lograr?

En cuestiones de Salud y Medio ambiente, entendemos por RIESGO, como la combinación de la probabilidad de que ocurra un daño y la gravedad de dicho daño. Sin embargo, en un sentido más amplio, según ISO 31000:2018 “Gestión de Riesgos – Directrices” – Una Guía Práctica, el riesgo, se define como:

“Efecto de la incertidumbre sobre la consecución de objetivos”.

El logro de los objetivos es el propósito de cualquier organización. Estos objetivos pueden ser sistémicos, estratégicos, pueden estar referidos al producto, al proceso o relacionado con el servicio; y puede pertenecer a cualquiera o todos los niveles funcionales de la organización. El objetivo también puede ser la no falla del producto o su uso previsto exitoso.

Cuando se habla de “efecto” en la definición de riesgo, se está haciendo referencia a la desviación de lo esperado, mientras que se entiende por “incertidumbre” la deficiencia de información parcial o total del conocimiento de un evento, su consecuencia o probabilidad.

¿Cuáles son las actividades que tienen Riesgo?

En todo tipo de industria, institución o servicio, podemos detectar riesgos, prácticamente en cualquier actividad. Dependiendo del tipo de organización y a quiénes están destinados los productos o servicios que ésta presta, será diferente la prioridad que se dé al tratamiento de los riesgos en función de las consecuencias del daño. Así, por ejemplo, para la industria farmacéutica será primordial la protección del paciente, al analizar los riesgos para la calidad.

La gestión de los riesgos entonces abarca a cualquier proceso de una organización, sean estos estratégicos, operativos, de apoyo o de medición de desempeño.

Algunos sistemas de gestión manejan el concepto de acción preventiva. En este contexto, podríamos vincularlas con acciones tendientes a minimizar riesgos para evitar situaciones no deseadas.

¿Cómo se gestiona el Riesgo?

Tradicionalmente, los riesgos para la calidad se han evaluado y gestionado de manera informal, usando métodos empíricos de recopilación de observaciones, reclamos, defectos de calidad, desvíos, resultados de auditorías, etc. Hoy se pretende NO llegar a la instancia del incumplimiento, tomando acciones anticipadas para evitar que ocurran.

Actualmente lo que se busca, basándose en la revisión de los riesgos de cada proceso y diseñando acciones que permitan minimizarlos para evitar daños, es introducir un valor agregado en los Sistemas de Gestión de Calidad, mejorando su eficacia y eficiencia. Por sobre otras cuestiones, el interés está depositado en evitar desvíos de cualquier naturaleza, tal como expresamos en el concepto de “pensamiento basado en riesgos”.

Una vez identificados, el siguiente paso en la gestión de riesgos, es ponderar los mismos. Para lo cual,  se tienen en cuenta dos factores principales: «Probabilidad” de ocurrencia de un evento, y la “Severidad”, gravedad o importancia de sus consecuencias.

IR (Índice de Riesgo) = P (Probabilidad) x S(Severidad)

Ejemplo- Matriz de Evaluación de Riesgo- OSMOSYSLAB
Ejemplo- Matriz de Evaluación de Riesgo- OSMOSYSLAB

Cada organización elegirá sus tablas o matrices de ponderación, y los criterios,

En base a esta ponderación se decidirán las acciones para minimizar aquellos que resultan con elevada significancia, priorizando.

Las acciones se orientan a disminuir el valor de riesgo, de tal manera de tener, dentro de cada proceso, una mayoría de Riesgos Tolerables o Aceptables. En algunos casos puede ser necesario establecer objetivos de mejora de los procesos a mediano y largo plazo, para lograr esa minimización.

Tendremos entonces:

Riesgo “Puro” que surge de la ponderación inicial, sin interponer ninguna medida para controlarlo.

Riesgo “Residual” que es aquel que queda como remanente, luego de haber implementado las acciones de control.

Riesgo Tolerable o Aceptable: Riesgo que se ha reducido a un nivel que puede ser tolerado o aceptado por la Organización teniendo en cuenta sus obligaciones legales, regulatorias, compromisos y sus políticas de Calidad, Seguridad y/o Medio Ambiente.

Existen una serie de herramientas metodológicas probadas y ampliamente utilizadas que permiten hacer un abordaje sistemático de los riesgos.  Por ejemplo:  Análisis de Modo de Fallos y Efectos (FMEA), Análisis de Modos de Fallos, Efectos y su Criticidad (FMECA), Análisis por Árbol de Fallos (FTA), Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP).

¿Cómo es el camino para la gestión de riesgo?

Pensamiento basado en riesgos- Camino
Pensamiento basado en riesgos- Procesos

1-Establecer el contexto: Objetivo inherente de cada proceso. Por ejemplo para proceso productivo: obtener el producto dentro de las especificaciones, en el tiempo que está establecido y con el costo definido oportunamente, satisfaciendo así, las expectativas del cliente.

2-Identificar los riesgos: Cuáles son las desviaciones posibles (evento) que pueden impedir o dificultar el cumplimiento del objetivo que estamos analizando (especificaciones-tiempo-costo), con sus causas y consecuencias. Pueden aplicarse metodologías tales como por ejemplo: diagrama de Ishikawa o espina de Pescado, 5 ¿Por qué?, Tormenta de ideas, etc., para el análisis de causa de desviaciones o no conformidades, combinadas con cualquiera de los métodos anteriores u otros.

3-Evaluar los riesgos: Utilizando las tablas de ponderación de índice de riesgo definidas, asignar los valores en base a la probabilidad de ocurrencia y a la severidad de las consecuencias.

4-Controlar los riesgos: Una vez conocidas las causas que contribuyen a la desviación, diseñar acciones que disminuyan la probabilidad de ocurrencia (prevención) o bien la gravedad de la consecuencia (mitigación), apuntando en lo posible a las medidas de prevención.

5-Monitorear la eficacia de las acciones: Realizar un monitoreo constante del cumplimiento y eficacia de las acciones.

6-Revisar periódicamente: Con una frecuencia atender a los controles de cambio y a las tendencias visibilizadas en los monitoreos de desviaciones. Y, revisar si los riesgos identificados siguen estando presentes, si su evaluación requiere ajustes, si es necesario planificar acciones.

La contribución que puede brindar el enfoque de la gestión de riesgos en los procesos es importante no sólo desde perspectiva preventiva sino también aportando a la mejora continua.


Para seguir leyendo sobre riesgos y controles: https://osmosyslab.com/post/productos-quimicos-laboratorio-peligros-riesgos-controles/

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