Procedimiento documentado: ideas para su revisión

Documentar «la forma en la que hacemos las cosas»: los procedimientos de trabajo, tiene muchos beneficios en la gestión como por ejemplo: estandarizar, organizar, entrenar y facilitar el trabajo para su mejora.

Y si bien, definir un procedimiento no necesariamente es tenerlo documentado. La necesidad de documentarlos puede responder a un requisito legal, normativo, de partes interesadas y/o interno de la organización.

En el Laboratorio, dependiendo del contexto puede haber muchos procedimientos documentados aplicables (además de las técnicas, manuales, especificaciones, etc.).

Existen diferentes tipos o clases de procedimientos. Por ejemplo algunos pueden ser más estratégicos, otros más operativos, algunos de alcance general otros más específicos, algunos de uso cotidiano otros más ocasionales y la lista sigue.

Desde el punto de vista del formato, puede haber procedimientos con índices más extensos, con más o menos detalles, que incluyan o no imágenes y/o herramientas visuales (fotos, gráficos, flujogramas, hipervínculos a otros documentos, etc.).

Una vez definido, escrito, aprobado e implementado puede requerirse la revisión del procedimiento en situaciones tales como la identificación de errores, por nuevos requisitos o modificación de requisitos existentes, desvíos, no conformidades, oportunidades de mejora, incidentes, auditorias, verificaciones, recorridas, capacitaciones, reuniones de trabajo, controles de cambio, evaluaciones e investigaciones de diverso tipo.

Además, es necesario plantear revisiones periódicas planificadas del procedimiento documentado (con frecuencias definidas) para verificar:
– Cumplimiento del procedimiento: verificaciones.
– Adecuación en el tiempo.
– Eficiencia: oportunidad de mejorar.

Estas revisiones planificadas de procedimientos documentados, una especie de vencimiento o caducidad programada, son oportunidades para corregir, ajustar, actualizar y/o mejorar.

Como consecuencia de la revisión puede ser necesario realizar modificaciones importantes, ajustes menores o que no sea necesario realizar cambios y el procedimiento continúe vigente sin modificaciones.

A veces los tiempos para realizar revisiones de procedimientos son escasos y/o es complejo de estandarizar la profundidad con la que se realizan estas revisiones , por lo que puede ser útil contar una ayuda memoria, a modo de check list de revisión – como la de la Figura a continuación:

Checklist resumen para la revision de procedimientos documentados
Revisión planificada de procedimientos documentados

Revisar el cumplimiento puede significar evaluar si existe alineación del:
Procedimiento vs. requisitos aplicables (legales, compromisos con partes interesadas, planes acordados, acciones correctivas, etc.).
Procedimiento vs. realidad: se hace según se encuentra documentado, el grado de documentación resulta suficiente para asegurar consistencia en la ejecución por parte de diferentes personas y a lo largo del tiempo.

Recursos técnicos, económicos, infraestructura.
– Personas y sus competencias
(revisar cuáles son las competencias, capacitaciones relacionadas con las responsabilidades definidas en el procedimiento).

La revisión planificada de procedimientos documentados en una oportunidad para evaluar cómo es la integración, interacción y/o articulación del procedimiento en cuestión respecto a otros programas y/o procedimientos tales como capacitación, mantenimiento, calibraciones, controles de cambio, verificaciones, etc.

Desde la definición e implementación del procedimiento pueden haber ocurrido cambios en el contexto. Y, a lo largo de sucesivas revisiones el procedimiento debería ser más simple, tener menor posibilidad de ser interpretado de forma diferentes y menor riesgo de incumplimiento. Es interesante revisar lecciones aprendidas. Evaluar si es posible utilizar menos recursos para obtener los mismos resultados, minimizar actividades duplicadas o que no aportan valor.

En procedimientos operativos es muy importante el detalle especifico de las instrucciones. Sucesivas revisiones de los procedimientos en el tiempo tendrían que orientarse a que éstas fueran más específicas y, evitar frases que pudieran dar lugar a diferentes interpretaciones, del estilo:
– “tantas veces como sea necesario”
– “en forma adecuada”
– “de acuerdo al buen saber y entender”
– “aplicando las mejores prácticas”
– “definiendo según conocimientos técnicos”
– “hasta que lo considere apropiado”
– “en forma periódica”

– Dar participación activa quienes realizan las actividades descriptas en el procedimiento.

Sumar diferentes perspectivas.
Desafiar la ejecución práctica según se encuentra escrito (investigar inconsistencias).
– Identificar y evaluar los riesgos asociados.
– Plantear cuáles son los beneficios de hacerlo según se encuentra definido y las consecuencias de no hacerlo.


El equilibrio entre documentar los procedimientos sin caer en documentar en exceso («sobre-documentar) es particular para cada laboratorio y sus circunstancias, Y, el contexto se va modificando con el tiempo: requisitos aplicables, complejidad de los servicios, cantidad de personal, cultura organizacional, etc. Trabajar en la revisión efectiva de los procedimientos desafiando su cumplimiento, adecuación y eficiencia es esencial para sostener la gestión y la mejora.


Para continuar leyendo sobre ideas para Procedimientos asociados con la Administración del Inventario en el Laboratorio: https://osmosyslab.com/post/procedimiento-gestion-inventario-de-laboratorio/

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